Charlando con CarinaconC

Hoy te invitamos a unirnos en este fuego de letras gracias a la pluma de CarinaconC.

Carina es una escritora de la Provincia de Mendoza que nos invita a recorrer un mundo de fantasia gracia a sus cuentos. Una escritora de algo vuelo

Vamos a charlar con ella para conocerla un poco más…

Cuéntanos… ¿Cómo nace CarinaconC?

Desde chica coleccionaba libretas y cuadernos, escribía diarios íntimos, ya en el secundario mis escritos se hicieron populares y recuerdo que algunas amigas me pedían que les haga las cartas para los noviecitos, después ya venían chicas de cursos más grandes, que yo no conocía para pedirme también cartas y poemas, ellas me tiraban el conflicto en cuestión de la pareja y yo lo ponía en palabras.

Después la universidad y mi profesión de bioquímica me enjaularon bastante y perdí el interés, ya no había tiempo para «perder» en esas cosas, el sistema te va moldeando y enfriando el pensamiento vas perdiendo la conexión con los sentidos, nos llenamos de conocimiento técnico y nos vaciamos de inspiración.

Sin embargo, no hubo un solo año que no hiciera algún curso, taller, siempre aprendiendo, me gastaba los ahorros en eso que para mí implicaba viajar a otro mundo, la escritura era un mundo en el que yo sentía que tenía alas.

Después vino la pandemia en 2020, y me llegó la posibilidad de presentar un cuento en «Diario de una Cuarentena» un compilado de relatos pandémicos que se publicó en 2021 y ahí me reencontré con la creatividad, y me enamoré de esa persona que soy yo mientras escribo, y fue un amor tan grande que me hizo replantearme mil cosas, mi vocación, mi trabajo, qué vida quiero vivir de ahora en más.

No paré de escribir cuentos, uno tras otro, los personajes me fueron «bajando» a la mente y hablándome para que yo cuente sus historias, a veces fueron experiencias que me atravesaron el cuerpo y me quedé contracturada durante días.

Participé de un par de mundiales de escritura, seguí estudiando, conocí otras mujeres que como yo habían logrado trascender situaciones dolorosas a través de la escritura y creamos el blog Historias de Mujeres (en facebook) que se convirtió en mi pista de despegue y ahí es donde público un relato cada jueves.

Así esas alas que sentía que me crecían al escribir empezaron a aletear, no sé si fue porque me las tatué en la espalda, pero un día estuvieron listas.

Así nace CarinaconC que en el verano del 2022 publica Cuentos Cortos de CarinaconC, (de Tahiel Ediciones) un rejunte de historias maravillosas que le suceden a la gente común, al vecino, al jefe, al que viaja a tu lado en el colectivo.

¡Nos enteramos de tu libro! ¿Cómo fue esa experiencia deseada maravillosa en Buenos Aires?

La propuesta de la editorial incluía la presentación en la Feria Internacional del libro de Bs As, así que allá me fui, con más dudas que certezas y bastante miedo, no entendía qué podía hacer en Bs As yo, una desconocida total, llevando esos cuentos que escribí en mi poco tiempo libre, a veces de madrugada en una guardia bioquímica, me parecía un desafío enorme, que resultó en una experiencia inolvidable.

Fue darle un aviso al universo de ¡Hey esto es lo que quiero hacer! ¡dame bola! – risas – y donde para mi sorpresa, me acompañó mucha gente con la que formé redes en estos años de tanto desarrollo personal y crecimiento, estuve firmando ejemplares en el stand de la editorial y hasta participé de una ronda lectora.

Para todos los lectores de Diario El Cogollito. ¿Dónde te podemos seguir en tus cuentos?

Me pone muy feliz invitarlos el próximo 6 de agosto a las 20 horas ya que voy a presentar Cuentos Cortos de CarinaconC en Absynth multiespacio un hermoso lugar cultural en calle Arístides al 470 donde podrán tomar y comer cosas muy ricas mientras les cuento un par de historias, y se puede adquirir el libro ahí también.

¿Cuáles son tus redes sociales para poder seguir tus escritos maravillosos?

En este link pueden leer y seguir todo lo que escribo: linkr.bio/CarinaconC

Y en las redes me encuentran como www.facebook.com/carilembo y www.instagram.com/carilembo

¿Cuáles serán los pasos a seguir de CarinaconC?

Hoy me encuentro amalgamando mis mundos desarrollándome como copywriter y redactora web para la misma empresa donde antes era solo bioquímica, hoy estoy más cerca de vivir de escribir y por lo tanto de ser la persona que finalmente he venido a ser.

TE DEJO UN CUENTO DE CARINACONC PARA QUE DISFRUTES: LA CAMA NO ESTÁ BIEN

La suavidad de las sábanas de trescientos hilos le invitaron a zambullirse en lo profundo de ese sommier king size, la blancura de las mismas era casi cegadora para sus ojos ya cansados de ver pantallas todo el día.

La habitación del hotel era muy acogedora, loza radiante para dejar  afuera el invierno, una mesita en el balcón que permitía disfrutar de la vista de la ciudad, un frigobar equipado para sobrevivir una guerra nuclear. El cuarto de baño era realmente un lujo, bañera con hidromasaje, pisos de porcelanato inmaculado. Pero sin duda la cama se llevaba los mayores elogios, sepultada entre cojines y coronada por un respaldar de cuero invitaba a ser habitada, cuanto antes.

Se dió un baño caliente que le relajó todo el cuerpo, bajó a cenar al restaurante y volvió a la habitación. El esperado encuentro con la cama se produjo a las veintitrés, apagó la luz y se entregó al maravilloso descanso que esa cama le auguraba.

Germán había sido enviado para  la instalación de un software en una empresa y esta primera jornada había sido muy cansadora.

De pronto lo despertó la patada de un niño. Algo asustado prendió la luz del velador, el reloj de la mesita marcaba las dos AM. Realmente en la cama había un niño, que se quejaba de una pesadilla, Germán de un salto salió de la cama, se ponía sus lentes, se los sacaba, se refregaba los ojos. El niño seguía ahí, y entre dormido balbuceaba

-Papá hay una víbora en la cama, papá sacála-

-¡Nene no soy tu papá, pero no hay ninguna víbora!

el niño seguía llorando entre sueños, Germán vio un osito de peluche en el piso, se lo puso al nene entre los brazos y este se calmó y volvió a dormirse. El despertador sonó a las seis treinta de la mañana, del niño no habían rastros. German supuso que había sido una extraña pesadilla y se fue a trabajar.

Esa noche cayó nuevamente desplomado en la majestuosa cama, ni siquiera recordaba el colecho de la noche anterior. En medio de la noche sintió una mano buscando entre sus piernas, otra vez asustado encendió la luz y vió a una mujer desnuda arriba suyo intentando apropiarse de su miembro aún dormido. Se le salía el corazón, nervioso intentó salir de la cama, pero ella se lo impidió

– Apagá la luz, sabés que me gusta más a oscuras-

Germán obedeció. En la mañana se despertó solo y confundido, ¿otro sueño? éste había sido demasiado real.

Pero se le hacía tarde así que con el cuerpo algo adolorido, partió al trabajo.

Esa madrugada lo despertaron los sonidos de un partido de fútbol, era el mundial de Italia 90, Maradona lucia la casaca azul de la selección, esta vez su  compañero de lecho era un hombre regordete, de pecho y panza peluda que bebía una lata de cerveza y eructaba.

-¿Cómo nos robaron esta copa no? yo todavía lloro cada vez que lo veo

Germán ya no le buscaba explicación alguna a los sucesos nocturnos, estaba agotado, solo se tapó la cara con la almohada rogando que éste no quisiera también manotearlo bajo las sábanas.

Esta vez no lo dudó y apenas amaneció fue a conserjería a pedir el cambio de habitación

-Lo siento señor pero la ocupación del hotel es completa, estamos en una época muy concurrida, ¿Cómo podemos ayudarlo?

-¡Es la cama!, ¡la cama no está bien!

Por más que lo pensó no había ningún argumento que no lo hiciera quedar como un lunático y sólo restaba una noche más de alojamiento así que resignado abandonó la queja.

Esa última velada fue más movida. Lo despertó una anciana de camisón floreado que metida en la cama solicitaba su asistencia inmediata

-Hijo poneme la chata que me orino por favor

Inútiles fueron las preguntas sin respuesta y los pataleos de Germán, que acostumbrado ya a la falta de respuestas de sus acompañantes nocturnos le puso la chata a la  incontinente viejita, durante toda la noche.

Soñaba con volver a dormir en su camita común y corriente, de colchón vencido por los años, de sábanas gastadas y con pelotitas, para dormir sin sobresaltos, como Dios manda, sin que se saliera el corazón en cada madrugada. Pero no tuvo esa suerte, al regresar a su hogar durmió envuelto en una manta, en un sillón duro y frío, su esposa no le perdonó los llamativos rasguños de su espalda.

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