Descubrir el velo de lo esencial

Las palabras de Benjamín solo tienen un deseo… ayudarnos a ver más allá y aprender, conocernos, sanar. Hoy, vernos.

En el capítulo veintiuno del libro El Principito, él se encuentra explorando la Tierra y se topa con un zorro. Empiezan a conversar y entrar en confianza, ambos, el zorro y el principito, cultivarán  una gran  amistad. Entonces el principito le cuenta sobre su rosa, a la cual ha dejado en su planeta para hacer su viaje por el universo, le explica que la ha cuidado y regado, y que ahora la extraña. El zorro, entonces, invita al principito a ver una multitud de rosas que hay en un jardín. El principito se da cuenta de que ninguna de ellas podría reemplazar a su rosa, aunque todas ellas sean idénticas a ella. Entonces  el principito comprende que su rosa es única, porque la ha cuidado, y lo más  importante  también  ha  sido  el tiempo que ha  pasado  con ella. El zorro, entonces, se da cuenta de que el principito está listo para oír su secreto, una enseñanza muy importante que hará al principito comprender lo que le ha pasado. El zorro le dice: “sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”. Esta frase es una reflexión sobre el verdadero valor de las cosas, su verdadera esencia. Los ojos pueden engañarnos, no así el corazón. El corazón es capaz de diferenciar una rosa entre mil. En este sentido, la frase nos invita a entender que debemos mirar más allá de las apariencias, a valorar las cosas por aquello que en realidad son y no por lo que parecen.

A veces  en  la  vida, no  me  detengo  y  me pregunto: ¿qué  es lo  esencial  para mi felicidad  o  plenitud? . Para  que  este  cambio  de  actitud  se  produzca  en el  ser humano, muchas  veces hay  que  atravesar por  un  torbellino  de situaciones dolorosas  o  experiencias  extremas. Los  grandes  sabios de oriente  nos  señalan  que  en realidad  nuestro verdadero  maestro  es  la  experiencia  y  la  propia  vida  la  cual nos  señala que  es lo  esencial para  nosotros. Claro, hay un velo que  cubre  esta  sabiduría y  que  está  encima  del  entendimiento  humano, este  velo  está  compuesto  por hilos tejidos  durante  toda  nuestra  vida: miedo, desconfianza, egoísmo, vanidad, ambición. Por  eso,  cualquier cosa  es  más  esencial  que  aquello  que  en realidad  es  vital para  nuestra  vida, nunca  hay  tiempo  para  una  reflexión, nunca  hay  tiempo  para  el  cuidado  de  nuestro  cuerpo  y salud, nunca  hay  tiempo suficiente  para  nuestra  familia. ¿Qué  es lo esencial para ti? ¿Qué es lo que ocupa más tiempo en el día a día?  Elegir  lo esencial  en  nuestra  vida  es clave  para  simplificar  nuestra vida y desechar  aquello  nos  está consumiendo nuestro  tiempo. Dijo el zorro: “Lo esencial es invisible a los ojos” y es una frase del escritor francés Antaine de Saint-Exuperio (autor del Principito). Significa que el verdadero valor de las cosas no siempre es evidente.  Más  bien nuestros  ojos  no pueden  ver  lo  esencial  porque  nuestros  sentidos  están  encandilados y  sobrecargados  con una  multitud  de  estímulos  propios  de nuestra  cultura. Sin duda  la  pandemia  es una  invitación  a  volver a lo  esencial   y  dejar  ir  aquello que  no  es vital  para  nuestras  vidas. El  aislamiento, la enfermedad, la  muerte, la  incertidumbre sólo son mensajes poderosos que  la  vida  nos da para  aprender  una  de las  lecciones  más  difíciles de  nuestra existencia: dejar  ir. Esto significa soltar  todo  aquello  que  ocupa  el  lugar  de  lo vital  y esencial. Lino Yetan dice: La sabiduría de la vida consiste en eliminar lo que no sea esencial. Namaste

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