Llamemos lo nuestro un número impar:
estamos los dos y alguien o algo más.
Somos una serie de números
que no pueden ponerse de acuerdo,
tres días nos besamos
y luego decidimos multiplicar nuestros sentimientos
luchando contra cualquier división.
Creemos estar enteros durante cinco lunas
hasta que nos quitamos entre nosotros de frente
lo que hemos estado sumando desde hace siete meses.
Llamemos impar lo que tenemos
porque hace nueve meses que venimos quejándonos
de lo que no tenemos por no ser dos.
Llamémonos números inquietos
pero al menos nos pertenecemos.

«Escribo para seguir viviendo» – Estudiante de Licenciatura en Letras y profesorado de grado Universitario en Lengua y Literatura – Redes: @_aguirre_micaela_