Mendoza se encuentra inmersa en un fuerte debate por el proyecto de ley educativa, acá el aporte de Patricia Zapata Hembert, docente y Secretaria de Asoc. Agenda para el Desarrollo Sostenible
Aparejado a la incertidumbre global por la pandemia y todas sus consecuencias las y los mendocinos nos vemos atravesados además por el polémico proyecto de ley al que denominaré “Thomas”, hablo del borrador de “Ley Marco” de educación de la provincia que, si bien es una deuda postergada, este borrador hace agua por donde se lo mire. Primero que nada desde la forma en que se lleva a cabo de manera inconsulta y autoritaria, y por la ambigüedad del fondo de la cuestión.
Un poco de historia y actualidad:
A fines del año 2014 quedó archivado el proyecto de Ley provincial con media sanción en diputados. En los fundamentos de la media sanción se explicó “hoy se cuenta con un marco normativo actualizado que recupera lo mejor de la tradición educativa argentina: la Ley de Educación Nacional”, la “Ley de Financiamiento Educativo” y la “Ley de Educación Técnico Profesional”, las cuales se constituyen en un programa de política educativa, que a la vez fija objetivos y genera condiciones”
Por ello, esta normativa para Mendoza, se debe inspirar en la necesidad de contar con una ley provincial acorde a las tradiciones y cultura asociadas a nuestra provincia e insertas en un panorama federal, que brinde posibilidades de desarrollo y sustentabilidad en el tiempo para todas y todos los habitantes que se encuentran en su etapa de aprendizaje en nuestro territorio.
En consenso con todos los sectores que componen el sistema educativo, los fines educativos emanados en los mandatos legales que son de tal envergadura y transcendencia para nuestro pueblo, contemplando que su alcance compromete a más de un período de gobierno. Requiere, también, del esfuerzo concertado entre el Gobierno y el conjunto social y la demanda que prime el interés común por sobre los intereses sectoriales, confirmando así el rol del Estado como garante de la educación y no que arbitre una ley ambigua, abierta y anacrónica.
Con especial consideración por la familia, ya que es la institución primaria de la sociedad y el ámbito natural donde niños, niñas y jóvenes aprenden los valores humanísticos que serán ejes de cualquier proceso educativo. De allí que “madre y padres mendocinos comparten con el Estado la responsabilidad y el desafío de preparar a los educandos como sujetos de derechos y deberes, conformando así la categoría de “Sociedad educadora” la cual hoy no está invitada a discutir aportes a dicha ley.
Así mismo establecer que la Ley deberá admitir que el Sistema Educativo responda a las interpelaciones de los tiempos que corren y que vendrán, con la garantía que los cambios necesarios se harán teniendo en cuenta el carácter de derecho personal, bien social y bien público de la educación y el conocimiento; la indelegable responsabilidad del Estado de sostener política, financiera y pedagógicamente el sistema de educación pública, y garantizar que la educación que se realice por diversos medios privados cumpla con los principios de esta ley.
Que abre la posibilidad de una normativa jurisdiccional y subyace la posibilidad de actualizar políticas educativas que contemplen las problemáticas coyunturales, como también un proceso de transformación institucional, quedando demostrado la ineficacia del gobierno escolar frente a la pandemia y la eficacia del sistema virtual pedagógico que docentes y estudiantes sostienen desde marzo del corriente año, sin conexión, dispositivos, paritarias y aguinaldo.
Entonces la forma y el fondo se hacen presentes en esta polémica diatriba de ley si, pero no así. Porque es necesario explicar y aclarar cada argumento que parte de los actores sociales y espero a través de este artículo dejar en claro que la comunidad educativa y la sociedad somos conscientes que la ley es necesaria, pero también debe considerarse el rechazo de la misma por ser arbitraria, anacrónica e indiferente a la urgencia del sistema educativo.
Un Asesor pedagógico por aquí:
La Ley “Thomás” está muy bien estructurada, respeta criterios del espíritu de la LEN 26206, la 26150 y la 26061, pero deja baches entre párrafo y párrafo que hacen ruido, descuida en su escritura palabras que hacen al campo del saber de las distintas disciplinas y demuestra la indiferencia frente a la demanda de los profesionales de la educación, basa sus fundamentos en el Concejo Provincial de Educación del cual no están actualizados los miembros o los datos de los mismos. Y mientras analizo, investigo y escribo esto, pienso como tratará la oposición legislativa un tema complejo, delicado y sin el consenso del pueblo y las bases. ¿Será un diciembre en primavera? Y concluyo tarareando a la infinita María Elena Walsh “…estamos invitados a tomar el té… la tetera es de porcelana pero no se ve… yo no sé por qué?”
Profesora Patricia Zapata Hembert
Docente – Sec. Asoc. Agenda para el Desarrollo Sostenible

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