Ves a Mariela y sonreís, porque eso es ella… Una hermosa sonrisa. Es enfermera de neonatología, madre, hija, esposa, amiga, deportista, femitaxi y mucho más… Y todo lo acompaña con una sonrisa.
Tendríamos que haberle puesto un casco con camarita para acompañarla todo el día y que vean lo imparable que es, fuerte, arrasadora, feliz. Conócela y entenderás cada una de estas palabras.
– Contanos donde naciste, como fue tu niñez, que recuerdos tenes (aromas, historias…)
Mi infancia se desarrolló en Benegas departamento de Godoy Cruz. Desde pequeña fui una niña imperactiva hice muchas actividades como folclore y natación. Fue una infancia feliz, tengo muchos recuerdos de la radio LV8 donde trabajaba mi papá.
– Desde esa niña hasta el día de hoy debes haber pasado por muchas cosas en donde las fortalezas te han hecho una gran mujer, sin vergüenza: ¿cuáles son tus dones o cualidades?
Entre mis cualidades te diría, como dice mi hija, el don de la risa fácil, también mi capacidad para adaptarme a diferentes contextos y salir adelante. Siempre me la rebusqué y concreté lo que soñaba y proyectaba con mis hijas.
– Haces muchas cosas por día… ¡no paras!, ¿cómo es un día en tu vida? ¿Qué actividades realizas?
Un día en mi vida es difícil de describir porque no existe la rutina para mí, todos son diferentes y divertidos. Nada de monotonía, siempre con experiencias nuevas. Lo que no falta seguro es el trabajo que es salud, (risas) y el deporte estoy haciendo trekking con un grupo llamado Nutridos y Newcom con mis pares.

– Tu trabajo lleva consigo una gran vocación, ¿cómo surgió eso?
Siempre tuve una tendencia en el cuidado de niños. Trabaje muchos años en pediatría del hospital Notti y hoy estoy en neo de la clínica Santa Rosa. La enfermería inevitablemente lleva consigo vocación de servicio es una de las profesiones más altruistas. Se necesita de enfermeras/os humanos que garanticen atenciones terapéuticas y las que mejor resguarden el bienestar y autonomía del paciente.

– ¿Cómo viviste la cuarentena?
La cuarentena la viví trabajando, con mucha adrenalina por lo que pasaba a mi alrededor, hasta el día que me toco activar protocolo Covid con un bebé de 8 días de vida, que pesaba 1,800 gramos. Ese día no volví a mi casa, me aislé en un hotel alojamiento del Challao, recordemos que esos lugares estaban cerrados.
Gracias al Universo y a mi sistema inmunológico no me ha dado Covid, ni a ningún miembro de mi familia.
Ya fui vacunada con dos dosis de Sputnik V y tampoco presenté reacción adversa alguna.
– Aprovecho a preguntarte… ¿qué podrías decir respecto a la vacuna?
Lo de las vacunas está súper mediatizado. La gente habla por hablar. Las vacunas siempre hicieron bien a la humanidad, esta no es la excepción.
– ¿Cuáles crees que son los desafíos más fuertes en relación a personal de salud, sociedad y Covid-19?
Los desafíos más fuertes en relación a personal de salud, sociedad y Covid-19, particularmente me referiré a Enfermería: la falta de sueldos dignos, el gobierno nos llama esenciales, pero demuestra poco o nada de interés sobre la situación laboral de enfermería, nos trata como descartables y la sociedad los apoya obsecuente y fanáticamente.
– Como enfermera pediátrica y en neo, ¿qué posición tenes respecto al aborto?
La mayoría de las enfermeras opinan que el abortar es una pérdida de un ser muy querido. La percepción de pérdida por parte de la enfermera también está determinada por factores culturales e históricos personales.
Particularmente mi mirada es más amplia y es un gran logro su legalización.
Me sumé a la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a decidir desde hace un tiempo atrás y ahora estoy comprometida con vigilar (no sé si es el término correcto) que la Ley se cumpla.
– El cuidado de tu padre es una actividad en el que tenes un gran compromiso…
El cuidado de la salud, en el sentido de alargar la vida lo máximo posible, no es lo único que debemos tener en cuenta. También debemos considerar qué clase de vida será la que la persona tendrá y, sobre todo, la que quiere tener. En el caso de mi padre que tiene 98 años, está sordito y ciego, también usa sonda vesical por cáncer de próstata, Julio elige VIVIR, está tranquilo, come poco y lo que a él le gusta, también prefiere estar más en cama que andando. Lo acompaño en eso y mis hijas colaboran muchísimo.
Bromeo diciendo que mi padre vive por el amor a sus nietas. Soy incapaz de juzgar que es lo mejor para él.
– Contanos de tus hijos
Tengo 3 hijos Enzo de 24 años, Ariadna cerebrito de 22 años y Máxima la Tanguerita de Maipú que con 16 años que le pone música a mi vida con su violín y sus sueños.
Los 3 fueron prematuros, Enzo nació de 32 semanas, Ari 34 y Maxi de 36, todos por cesáreas, embarazos difíciles; siempre bromeo y digo: “menos mal que ya era enfermera cuando nacieron”, recibieron altos cuidados de calidad, cantidad y amor…

– Si tuvieras que pedir ahora un deseo… ¿Que sería?
¿Solo uno?… Me gustaría que el planeta fuera libre de todo dolor, violencia, injusticias, pobreza; donde todos fuéramos felices, nos aceptaran como somos sin categorías, que solo viviera el amor en nosotros.
– ¿Qué sueños o desafíos tenes pendientes?
Creo que no tengo nada pendiente, bueno si… deudas por pagar (risas).
Si quiero algo voy por ello. Vivo feliz hoy y ahora. Cómo dice la canción: “con dinero o sin dinero hago siempre lo que quiero”.
– Para cerrar… un mensaje por el día de la mujer:
Para el día de la mujer no quiero promociones y descuentos. No comercialicen con nuestro día de lucha. Requiero:
- paridad salarial,
- puestos de decisión,
- representatividad política,
- democratización del cuidado.
- DEJEN DE MATARNOS

1 Comentario