En lo más profundo de nuestro ser siempre guardamos los mejores deseos, hoy hablemos de ellos… ¡Ojalá se te cumplan!
En los cuentos de hadas, llama la atención como una hada madrina es capaz de realizar todos los deseos más increíbles para una niña en una situación de gran frustración. Jim Carrey en la película Todopoderoso, donde encarna a Dios, en una parte de la película, trata de quedar bien con todos, diciendo que si, a todas las peticiones de deseos de millones de personas de todo el mundo, lo cual crea un caos increíble. Estos son ejemplos anecdóticos de un tema crucial en la salud mental de todos, la gestión de los deseos.
¿Tener deseos es malo?. Claro que no, es lo más normal, el problema se genera cuando es un deseo incontrolado u obsesivo. Cabe señalar, que los deseos pueden estar moldeados por la cultura, la sociedad y el mercado. En pocas palabras, el entorno juega un papel importante y en una sociedad de consumo, como en la que estamos inmersa, puede producirse fácilmente la mutación de un deseo en una necesidad algo totalmente diferente, esto potenciado por la sutil y astuta influencia del marketing y la publicidad. Esto es un tema que involucra batallas cotidianas que tienen distintos matices, no es lo mismo, desear comerse un helado cuando quieres bajar de peso, que desear el mismo vehículo que tiene nuestro vecino, cuando los recursos económicos son escasos. ¿Cómo se pueden regular los deseos problemáticos? A continuación se describen algunas estrategias basadas en la evidencia para controlar el deseo.
Cambiar o modificar situaciones externas, esto implica evitar exponerse a situaciones en las cuales el deseo pueda tomar una dimensión fuera de nuestro control. Esto puede ser aplicable a una dieta, en la cual la mejor estrategia, en una primera etapa de control, seria limpiar la cocina de todas las tentaciones posibles que nos alejen de nuestra meta de comer sano y bajo en azucares. También, si ya ha notado, que no puedes resistirte a las ofertas de las tiendas, que siempre son fantásticas, puede ser muy buena idea no entrar a la tienda o intencionalmente, olvidar su tarjeta de crédito.
El deseo de tener, o poseer ciertos bienes, está alimentado por el entorno cultural, a través de la comparación (ejemplo, ver por Instagram como tus vecinos están en el caribe de vacaciones), la competencia (quien tiene más y mejor). La publicidad y el marketing envían miles de mensajes subliminales, en los que asocian la felicidad con productos u objetos materiales, tratando de crear la idea que necesitamos ciertos productos para ser felices. Esto a gran escala, puede crear un malestar en culturas que están en vías de desarrollo. Este tema de lidiar con nuestros deseos ya ha sido grandemente abordado hace ya miles de años por antiguos filósofos y también las principales corrientes religiosas del mundo. Marco Aurelio decía: “No es más rico quien más tiene, sino quien menos desea”.
Una gran estrategia mental, en este tema seria primero, diferenciar entre deseos y necesidades. Realmente necesito lo que deseo?, o puedo prescindir de ello, ya sea un delicioso pastel o un trabajo diferente. Necesito un móvil de última generación?, si necesitamos un móvil pero no necesariamente debe ser de última generación?. Necesito realmente una pareja? o es posible vivir solo, claro que sí, y disfrutar de los otros colores de la vida. Como digo en Yoga, no siempre lo que deseas, es lo que realmente necesitas. Y como dice una canción de los Rolling Stone; “No siempre obtenemos lo que queremos, pero si te esfuerzas, puedes conseguir lo que necesitas”.
Namaste

Instructor Yoga y Meditación. Educador en Fitness y Salud, certificado en USA por ACE, miembro IDEA Health Fitness Asociation. Benfitness Service Chile Director.
1 Comentario
Excelente reflexión