Un espacio para vivir

La vida es tan rica en dones, que uno de esos es el descanso… vos, ¿cómo venís con eso?

De acuerdo a algunos diccionarios Ocio seria: Tiempo libre o descanso de las ocupaciones habituales. Alguna vez creo haber escuchado en forma, incluso peyorativa,  que  esa  persona es una  ociosa, sin embargo,  ¿qué  pasa  si  este  espacio  o tiempo libre para  nosotros es  suprimido  del  diario  vivir?. La importancia del ocio como  una herramienta fundamental  para la  recreación del  Hommus laborums.

Hay una  expresión milenaria  de Lao Tzu que magnifica  la  importancia que  tiene  en la  vida  de una persona  el  espacio o el  vacío en su mente para  generar renovación y  creación y fortaleza, esta es:

La vasija se  forma  con arcilla
Y su vacuidad le permite cumplir su función.

En una  sociedad que  no  descansa y está en un continuo de trabajo y ocupación termina rindiendo sí, pero  también convirtiéndose en una  sociedad del dopaje. Como  dice el  filósofo  Chul Han, el agotamiento es una invitación al consumo excesivo de  sustancias  energéticas  y drogas con el fin de  rendir.

Estas  visiones abren  la  reflexión de lo importante que  es  para  una vida  plena detenerse, de  despojarse de todo lo que  implica  el  utilitarismo y el  trabajo. Para los  que  ya  tenemos algunos  años, recordamos que nuestros padres salían de  sus  trabajos y todo lo relacionado con éste quedaba  allá, tras  la  puerta de la  fábrica o empresa; y  luego  comenzaba la  vida  de  familia  y  personal en la  cual  desarrollábamos  nuestros  hobbies. 

Sin  embargo,  no  hace muchos  años  hubo  un  cambio  cultural  en el cual  pasamos como dicen los filósofos de la cultura  disciplinaria  a una  cultura  del  rendimiento. Paso que ahora ya  no tenemos un jefe controlándonos, ni un capataz encima; se  nos  dice  que  nosotros  somos  nuestros  propios  jefes, que no  tenemos  horario (siempre y cuando alcances  tu  meta) y,  de  esta manera solapada  y  a través de  nuestro Smartphone, el  trabajo toma el control de todo tu tiempo, no  respeta  los  límites de una vida realmente  humana. ¿Cómo rescatamos la música que debiera haber en nuestras vidas?, ¿qué pasaría, si no hubiera espacio entre una nota musical y otra? No habría  música, el  espacio o  silencio entre cada  nota  musical  es lo que  crea  un sin número de  diferentes  melodías. Sin  espacio entre notas musicales serian solo  un caos.

Byung Chul Han describe esta situación con las siguientes palabras: Se ha pasado, en opinión del filósofo, “del deber de hacer” una cosa al “poder hacerla”. “Se vive con la angustia de no hacer siempre todo lo que se puede” y, si no se triunfa, es culpa suya. “Ahora uno se explota a sí mismo figurándose que se está realizando; es la pérfida lógica del neoliberalismo que culmina en el síndrome del trabajador quemado”. Es “la alienación de uno mismo”, que en lo físico se traduce en anorexias o en sobre ingestas de comida o de productos de consumo. ¿Cómo puede haber  apreciación y contemplación de los milagros cotidianos de la  vida si nunca  paramos? La  felicidad  no está  en arrebatos  de acumulación sino en la  apreciación de lo que  tenemos, y que  siempre  son  cosas  que no se compran con dinero como la amistad, cariño, compasión, gentileza, vida  interior y amor. Cuando cultivemos este espacio  y este  vacío generado  por  el  detenerse  y apreciar el paisaje de  nuestra vida, podrás  diferenciar  entre caminar  y  pasear, entre mirar  y contemplar, entre comer y  saborear  y, más  importante  aún, entre vivir realmente o  simplemente existir.

Namaste

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1 Comentario

  1. Pily Mora
    8 de agosto de 2021 - 13:23

    Hay que cambiar

    Reply

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