Quisiera escribir un texto que haga suspirar,
que al leerlo sea un huracán
que viene para quedarse
y no abandone a nadie.
Solo me sale el miedo en cada letra,
un ardor en las manos al tocar las teclas
porque hoy he cambiado, ahora tengo frío
y unas hojas blancas
no alcanzan.
Comienzo a escarbar
y solamente se desmaquilla dolores de ausencias,
ausencia de mí que tengo encima
como nubes negras siempre.
Tengo aún un cajón lleno de nada
y de tanto que quisiera vaciar,
he perdido tanto:
la cabeza por alguien más también,
pronto dejará de pasar (me).
Todavía estoy dentro de un agujero
por eso escribo lo que escribo,
ya mis manos y ojos están secos.
Me encuentro al borde del suicidio queriendo escribir un texto que se transforme en una bomba no letal.

«Escribo para seguir viviendo» – Estudiante de Licenciatura en Letras y profesorado de grado Universitario en Lengua y Literatura – Redes: @_aguirre_micaela_