No puedo negar que me encantan los dinosaurios, pero si hay alguien que supera mi entusiasmo por ellos es Luciana, mi nieta. Cuando supo que se estrenaría una nueva película en el cine sobre la serie de Jurassic Park, le propuse que fuéramos a ver la película. En la última semana fue increíble ver su entusiasmo, cada día me decía “solo faltan tres días”, y luego, al otro día, “Tata, solo falta un día”. Lo que paso en el cine, es para otra historia, pero lo que quiero resaltar acá es el valor que tiene en nuestras vidas mantener vivo el entusiasmo por lo que hacemos.
La palabra entusiasmo procede del griego enthousiasmós, que viene a significar etimológicamente algo así como ‘rapto divino’ o ‘posesión divina’. De acuerdo a la mitología griega, la idea que hay detrás, es que cuando nos dejamos llevar por el entusiasmo es un dios el que entra en nosotros y se sirve de nuestra persona para manifestarse, como les ocurría —creían los griegos— a los poetas, los profetas y los enamorados.
Podemos elegir vivir una vida con entusiasmo y la clave acá seria colocar la determinación por sobre las emociones, no podemos colocar primero en la vida las emociones porque, sencillamente, son muy cambiantes. Cada día te puedes sentir diferente, pero si ya hemos determinado realizar una actividad que nos apasiona, las emociones luego cambiaran de seguro. En algunas actividades veo gente que esta desconforme con ellas y observándolas detenidamente uno piensa: ¿ Y porque no cambia de actividad? ¿Por qué sigue haciendo algo que no la llena realmente?. Bueno, la respuesta es porque no nos detenemos a pensar y a reflexionar acerca de la vida que estamos llevando.
Elegir actividades que nos apasionan es otra muy buena estrategia para infundir en nuestras rutinas de vida diaria entusiasmo. Una de las razones por las cuales muchas de las cosas que componente un día ordinario de una persona no son relevantes ni trascendentes para ellas, es porque realmente no les gustan. Optar por el cambio de actividades y patrones de vida puede ser como nacer de nuevo. Algo tan sencillo como decidir salir a una caminata con amigos puede ser una inyección de entusiasmo y motivación en la vida de cualquier persona o anotarse a unas clases de ejercicio, baile o yoga, sin duda puede sembrar semillas de entusiasmo y vitalidad en la vida de cualquier persona.
Eliminar las distracciones: no podemos estar interesados en varias cosas al mismo tiempo y tener el mismo nivel de entusiasmo con todas. Así no funciona el cerebro. El entusiasmo es como la energía, no se crea ni se destruye, solo se transforma o cambia de medio. Haz una lista objetiva de las cosas que realmente te convienen y deseas alcanzar y concéntrate al máximo en ellas.
Gran parte de la pérdida del entusiasmo e incluso movilidad física en las personas genera una caída en la capacidad de disfrutar de la vida, siempre que invitamos a un amigo a participar de actividades recreativas o de arte, muchos responden que tienen muchas cosas que hacer, y que estamos muy ocupados. Una sociedad sumida en el hacer y el tener, no puede llenar los vacíos del ser.
Namaste
Instructor Yoga y Meditación. Educador en Fitness y Salud, certificado en USA por ACE, miembro IDEA Health Fitness Asociation. Benfitness Service Chile Director.
1 Comentario
Entonces, actuar y cambiar la mente a vivir con más entusiasmo. Tiene sentido porq muchos q ponen en práctica ésto, son, a veces, hasta más longevos. Saludos cordiales